Existen cuatro Conceptos de Contrato fundamentalmente hablando que podemos identificar en la actualidad.
Estos Conceptos de Contrato los vamos a estudiar brevemente de forma individual de manera tal que podamos tener un mayor entendimiento de los mismos.
A lo largo de esta lectura es posible que hagamos referencia a otras secciones de nuestro sitio que complementan los conceptos de contrato aquí desarrollados.
Poder tener un entendimiento de los estos conceptos y como estos están fundamentados es esencial para comprender el Contrato en sí mismo.
Es importante señalar que los conceptos de contrato tienen una significativa porción ideológica y filosófica por lo tanto no es posible establecer estos conceptos de contrato como un aspecto meramente técnico que cuenta con una única arista conceptual.
Por el contrario los conceptos de contrato pueden tener distintas perspectivas según la ideología utilizada para analizar cada caso.
No obstante, vamos intentar desarrollar estos conceptos de manera tal que puedan ser analizados de forma general.
Veremos por lo tanto los siguientes Conceptos de Contrato:
- Libertad de Contratación
- La Promesa Moral
- Responsabilidad y Dependencia
- Valor Económico y Social
Libertad de Contratación
La Libertad de Contratación es el primer Concepto de Contrato que vamos a explorar, tiene dos principales criterios la Liberta de Contratación es un resultado de la Autonomía de la Voluntad Privada y pueden darse desbalances en los contratos, aunque exista Libertad de Contratación.
Autonomía Privada
La potestad de poder participar en un Contrato y poder establecer los términos de dicha relación contractual es posible en nuestros sistemas jurídicos contemporáneos gracias al principio de la Autonomía de la Voluntad en reconocimiento a nuestra libertad individual.
De igual forma lo contrario también es una realidad, nadie puede ser obligado a participar en un Contrato sin su consentimiento para ello.
Adicional el respeto jurídico al derecho de propiedad que tienen los individuos fortalece de cierta manera la libertad de contratación.
Los conceptos de contratos han ido evolucionando a lo largo del tiempo y en principio fueron creados como un mecanismo que permite el intercambio de valores económicos ya sean estos una propiedad tangible, servicios, o derechos intangibles.
Todos estos pueden ser considerados como derechos de propiedad, su uso o no y su manejo son garantías constitucionales en la mayoría de las jurisdicciones modernas.
Aunque la libertad de contratación es un pilar fundamental de los conceptos de contrato, no puede ser tomado como un único matiz.
Las jurisdicciones por lo general no permiten una libertad absoluta para la celebración de contratos, por ejemplo puede haber restricciones que prohíban la formación de contratos criminales, contratos que atenten contra la sociedad o el ordenamiento jurídico.
Las restricciones y prohibiciones en los contratosvan a variar según cada país y los objetivos de su existencia.
Conceptualmente hablando hoy en día gozamos de una amplia libertad de contratación la cual está sujeta a una limitada restricción que por lo general se justificada en la protección de los derechos de las personas o por la protección de los intereses públicos.
Desbalances
Si bien es cierto la libertad de contratación es uno de los conceptos de contrato fundamentales, el ejercicio de la libertad de una persona no puede ser contraproducente. Al igual que otras libertades, está delimitada por los derechos que tienen las demás personas, y por el legítimo interés del Estado en una regulación apropiada.
En una situación ideal, una relación contractual implica un ejercicio de autonomía a partes iguales. En donde cada parte entra en la operación voluntariamente y con conocimiento y la capacidad de negociar sus términos. Sin embargo, en muchas transacciones, no existe esta igualdad.
Una de las partes puede tener un nivel más alto de sofisticación y poder de negociación, en algunos casos dicho desbalance es tan grande que la parte más poderosa puede insistir en que él únicamente entrará en un Contrato bajo sus términos y condiciones.
Si la contraparte quiere el contrato, no tiene otra alternativa más que aceptar los términos de la parte dominante, aunque estos sean trazados de un solo lado y se hayan diseñado a favor de los intereses de la parte dominante.
Por ejemplo un cliente que compra un boleto en una línea aérea va tener limitadas posibilidades de poder escoger los términos de la relación contractual, al igual que poco poder de negociar las condiciones interpuestas por la parte dominante.
Este tipo de contrato de “tómalo o déjalo” o “contrato leonino” es conocido con Contrato de Adhesión.
Aunque un desbalance significativo en la capacidad de negociación disminuye la autonomía contractual de la parte más débil, el enfoque general de la ley es reconocer que tal desequilibrio es una característica inevitable de una economía de mercado.
Dicho criterio opina que la económica de mercado ofrece en cierta medida una resistencia al ejercicio de una libertad de contratación pura e irrestricta (del tipo teórica), por lo que las Partes en un contrato no siempre van a estar en balance.
La actitud general del Derecho Contractual, por lo tanto, es de no interferir con contratos simplemente porque una de las partes tenía el poder para formular e imponer sus términos en el otro.
Sin embargo, para evitar el abuso de este poder, el derecho contractual contiene muchas doctrinas, algunas de ellas desarrolladas a través de jurisprudencias y otras promulgadas por legislación, las cuales regulan y permiten la intervención judicial cuando la conducta de una parte o su imposición excede los límites de una negociación agresiva y se convierte en una negociación injusta o una imposición indebida.
La Promesa Moral
La máxima del latín “Pacta Sunt Servanda” (los acuerdos deben cumplirse) proviene de fundamentos de la Ley Canónica.
El Derecho Contractual y los conceptos de contrato tal como lo conocemos hoy en día en la mayoría de los casos tienen sus origines en el Derecho Romano y en el Derecho Canónico.
El Derecho Canónico es el responsable de que los conceptos de contrato actuales contengan una importante componente moral.
De tal manera que hay tanto una obligación ética como legal de mantener y cumplir las promesas contractuales pactadas.
El concepto de contrato nos indica por consiguiente que los Contratos deben ser honrados no solo debido a su papel fundamental en la economía de mercado y la interacción económica moderna entre las partes, sino también debido a que es moralmente incorrecto el incumplimiento de un Contrato.
El concepto de contrato nos indica por consiguiente que los Contratos deben ser honrados no solo debido a su papel fundamental en la economía de mercado y la interacción económica moderna entre las partes, sino también debido a que es moralmente incorrecto el incumplimiento de un Contrato.
Ahora bien, podemos observar en diferentes jurisdicciones que el papel que juega el valor moral en el Derecho Contractual y conceptos de contrato en muchos casos es superado por el componente económico.
Muchos tribunales y eruditos de derecho a menudo subestiman el aspecto moral de violar los acuerdos contractuales y evalúan los casos en términos puramente económicos.
Es por lo anterior que comúnmente se percibe que incumplir un Contrato es un camino económicamente aceptable, ya que el infractor provee a la parte afectada con una compensación económica.
Sin embargo, sería un error pensar que tanto la sociedad como los Tribunales de Justicia son totalmente indiferentes al aspecto moral de los conceptos de contrato. La acción de deshonrar un contrato en mayor o menor medida tiene una implicación moral.
Cuando una de las partes ha incumplido de forma deliberada, sin ética, o de mala fe, es muy probable que esta componente tenga un impacto sobre el fallo de la corte.
La Justicia en muchos casos muestra su desapruebo a una conducta de este tipo lo cual se refleja en la severidad de los castigos y los criterios al escoger las leyes aplicables a cada caso.
Fuera de los tribunales la presión de la sociedad, las relaciones de negocios y actores de mercado frecuentemente muestran su desacuerdo a una conducta amoral.
Responsabilidad y Dependencia
Los conceptos de contrato dan especial atención a custodiar la responsabilidad surgida de las promesas o palabra dada dentro de un Contrato.
Las obligaciones que surgen de las promesas en un Contrato crean paralelamente para la contraparte una vinculación con dependencia contractual (es decir la contraparte espera que la parte responsable cumpla con sus obligaciones).
Si una parte depende de la promesa de su contraparte, puede que esta promesa sea exigible ante la ley inclusive bajo la ausencia de una negociación.
Por Ejemplo
Pablo promete regalarle un automóvil a Julio cuando este se gradúe de la universidad, por lo cual posteriormente Julio rechaza el ofrecimiento de la Tía Ana de un automóvil.
Si Pablo no cumple con su palabra, el incumplimiento de su responsabilidad puede requerir de una compensación por las pérdidas de Julio, quien rechazó el ofrecimiento de otro auto ya que esperaba que se cumpliera la responsabilidad original de Pablo (dependencia).
...la sociedad como un todo generalmente confía en que las condiciones de un contrato se deben cumplir y que su incumplimeinto acarrea consecuencias jurídicas no menores...
Dentro de los conceptos de contrato, el de Responsabilidad y Dependencia absorbe una tendencia de protección por parte del Derecho Contractual que tiene un aspecto específico y un aspecto general.
Aspecto Especifico
Cuando parte que ha entrado en un contrato tiene derecho a confiar en las promesas contractuales que se han dado.
Si no se cumplen, la ley debe exigir su cumplimiento.
Aspecto General
Es una expectativa colectiva dentro de la sociedad como un todo, la cual tiene seguridad en dar su confianza en las promesas establecidas en un contrato.
Es decir, la sociedad como un todo generalmente confía en que las condiciones de un contrato se deben cumplir y que su incumplimiento acarrea consecuencias jurídicas no menores.
Esta seguridad jurídica de los contratos es indispensable para la interacción económica moderna, de no existir la responsabilidad y dependencia en los conceptos de contrato, existiría poco incentivo de las personas en celebrar contratos.
Valor Económico y Social
Debido a que la mayoría de los contratos su motivo de celebración es un intercambio económico, los conceptos de contrato tienen una fuerte componente económica dentro de su filosofía.
De lo anterior podemos decir que los Contratos o gran parte de ellos tienen como objetivo: facilitar los intercambios, el comercio, regular la forma en que las personas hacen negocios en el mercado, y garantizar obligaciones comerciales.
Es por esto que dentro de los conceptos de contrato la interpretación del valor económico tiene una fuerte participación al momento que se analizan los contratos.
Sin embargo, los criterios judiciales pueden que tengan especial atención cuando el énfasis en el valor económico va en detrimento de los valores sociales.
Económico
Por un lado, está la filosofía en la cual el rol fundamental de los contratos es facilitar las transacciones en un ambiente de libre mercado.
Bajo esta perspectiva los mecanismos del libre mercado son los que priman por sobre los demás.
Por lo tanto, la ley debería facilitar más que regular, dando los medios al mercado de obtener una alta eficiencia económica.
Social
En el otro lado está la filosofía en la cual el rol fundamental de los contratos es de regular la vorágine e imperfecta fuerza del libre mercado.
Bajo esta perspectiva se busca promover los valores sociales como protección a las partes más débiles, tiene como objetivo la creación de acuerdos más balanceados y mitigar los acuerdos desleales.
Las Cortes en su mayoría por lo general buscan encontrar un equilibrio entre estas dos vertientes, en algunos casos otorgarán mayor ponderación al valor económico y en otros darán mayor ponderación al valor social.
El peso que la Corte le dará a cada una de estas filosofías va depender de cada caso en particular.
Podemos concluir que los conceptos de contrato y su interpretación no puede tomarse como una simple lista de reglas, más bien son un instrumento filosófico que permiten y facilitan la discreción en cada caso.
